jueves, 6 de junio de 2019

Construyendo nuevas sociedades a través del aprendizaje más allá de las aulas de clases.

Desde la revolución industrial la demanda de mano de obra calificada ha aumentado grandemente, lo que llevó a la masificación de las fábricas de “obreros calificados”, creando un sistema lineal de producción masiva; llamado escuelas, que a través de un sistema educativo lucrativo y arcaico ha venido “formando” a los ciudadanos que hoy te rodean. Pero; ¿Son las aulas de clases espacios de interacción social y de construcción de aprendizajes? (Camps, 2001) responde; diciendo que una sociedad altamente escolarizada es el resultado de procesos que se desarrollan de una forma prioritaria en las aulas, aunque no se limite a ellas, el autor deja entrever y resalta “escolarizada, no educada” esto debido a que se ha perdido la esencia del espacio escolar como eje central  de enseñanza y aprendizaje intencionales de los contenidos diseñados por el sistema educativo. Sistema del cual (Bronckart, 2007) lo describe como un sistema didáctico del cual es imposible considerar el aislamiento de los elementos que lo conforman: profesor, alumno y materia objeto de enseñanza y aprendizaje, considerando la complejidad de relaciones que se establecen entre ellos.

De lo anterior (Vieira, 2007) comenta que alumno y profesor actúan en función en su forma de percibir la realidad, pues el profesor puede verse influenciado por el aspecto físico del alumno, por la información que tiene de su familia, el lenguaje del alumno, postura, tono de voz entre otros. y de esta misma forma el alumno ve a su docente. Por otro lado (Martínez, 2007) revela que el debilitamiento  de las relaciones interpersonales amenaza la educación; esto debido a que las
comunidades están integrada por personas que mantienen relaciones entre sí. De igual forma señala que la vida en el aula acontece gracias a la comunicación, lo que convierte a las clases como un encuentro interhumano y el proceso formativo depende del tipo de comunicación que se establece entre los agentes del sistema. Partiendo de esto (Coll, 2006) se refiere que los participantes en el proceso educativo; se consideran así mismo los responsables de su comunicación, lo que conlleva al aspecto impregnado de los procesos educativos y la interacción social. Por lo cual resalta que el funcionamiento de la enseñanza y el aprendizaje en el aula es expuesto de manera que se justifique en base a una teoría o a una filosofía particular de la educación, por lo cual la interacción del sistema educativo y sus participantes con el entorno simbiótico y social aporta a la construcción del pensamiento y la realidad para la mejora de la humanidad.

A eso (Santoyo, 2005) enfatiza que en los sistemas educativos se busca instrumentos que proporcionen elementos fundamentales en la interacción social, desde la percepción de los docentes y de los alumnos con respecto al entorno; tomando al sistema como un universo o bien como cada elemento individual, lo que permite valorar el funcionamiento social y cognitivo de los individuos. De igual forma (Beltran 1995) comenta que la interacción de los estudiantes y su entorno permanece bajo el cuido de los docentes y tutores del estudiantado, lo que no permite un desarrollo óptimo, no obstante los objetivos del sistema educativo inciden directamente en la interacción social del individuo dado esto a través del proceso de socialización que se desarrolla en las aulas de clases. Este mismo autor comenta que la interacción social se convierte en una de las principales fuentes de conflictos cognitivos, cuando un determinado sujeto entra en interacción con otro sujeto a nivel cognitivo, ya que ocurre una confrontación de las estructuras cognitivas de ambos que provocan la disonancia cognitiva, por lo cual hablar de interacción social va más allá del entorno académico o del aula de clases, pero no se puede obviar que en esa interacción existirá relaciones cognitivas dispares que afectarán directamente a los individuos.

No obviando lo anterior para (Coll, 2006) es importante que en la interacción del formando y el entorno como un universo se debe determinar la importancia que tiene los procesos de influencia educativa que se caracterizan al mismo tiempo constructiva, cultural y comunicativa, lo que conlleva a la concepción constructiva del aprendizaje académico y de la enseñanza, lo que conlleva a la educación como una práctica social cuya finalidad es contribuir al desarrollo de las personas, desde un aspecto de socialización e individualización. Partiendo de esto (Coll, 2007) caracteriza al estudiante como constructor activo y no seres reactivos  ya que el profesorado se encarga de construir conocimiento, lo que conlleva a dejar atrás la concepción arcaica de educación que consiste en un juego de acertijo y adivinanzas a favor del docente con el fin de perjudicar al estudiante, lo cual era imposible determinar el aprendizaje adquirido por el estudiante. No obstante hoy el aprendizaje es entendido como constructor de conocimientos, ya que al aprender cambia no solo la cantidad de información que el alumnado tiene, sino la competencia de este.


De lo anterior (Delval, 1991) comenta que un individuo necesita adquirir conocimientos para formar una sociedad, debido a su socialización permite a este compartir lo que sabe con sus pares, que en esta parte del proceso lejo de escolarizarse lo que pretende es educarse,  pues desde la época de la mesopotamia, la educación giraba en torno a un sistema de producción de personas que “asistían a la escuela” pero eso no garantiza el aprendizaje del individuo. Con respecto a esto (Lomas, 2002) resalta que los alumnos aprender de los maestros les resulta misterios, arbitrario y difícil, por lo cual ellos se concentran en intentar y hacer lo que esperan, de modo que el aprendizaje adquirido, no sea más que una relación del estudiante con su entorno y experiencias vividas, esto tomándolo de la explicación o comunicación suministrada por sus docentes, pues ese canal de comunicación es el que le permite al individuo poder realizar esa relación con el entorno y sus experiencias de vidas y así asimilar lo explicado por el docente a lo que se le conocería como construcción del aprendizaje por recuerdos o memoria histórica,

Si es bien con respecto a todo lo anterior los diferentes autores dejan entrever la importancia del sistema educativo para la interacción con el entorno y la construcción de sociedades a través del conocimiento académico, estos mismos no dejan de criticar el sistema de una manera suave que permite entrever la necesidad latente que el estudiante vaya percibiendo conocimiento a través del discernimiento de experiencias vividas que le permitan crear una base firme entre teoría y vivencia real, que conlleve a la generación de un conocimiento que a futuro no sea olvidado.   
 


Lista de Referencias:

Beltran A. (1995). Psicología de la educación. Marcombo. Barcelona.

Bronckart. J. (2007). Desarrollo de lenguaje y didacta de las lenguas. Miño y Davila.        Buenos Aires.

Camps. A. & Otros (2001). El aula como espacio de investigación y reflexión. Grao. Barcelona

Coll C. (2006). Enseñanza, aprendizaje y discurso en el aula. Astáviz. Madrid

Delval J. (1991) Crecer y pensar. La construcción del conocimiento en la escuela. Paidos. Barcelona

Coll C. (2007). El constructivismo en el aula. GRAO. Barcelona.
Martínez V. (2007). Las buenas comunicaciones. anthropos. Barcelona

Lomas C. (2002). El aprendizaje de la comunicación en las aulas. Paidos. Barcelona.

Santoyo B. (2005). Desarrollo e interacción social. UNAM. México D.F.

Viera H. (2007). La comunicación en el aula. Presenca. Lisboa

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